La ansiedad, por Victoria Mora Boronat, psicóloga en Murcia y Cartagena

¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?

La ansiedad es una respuesta normal a una amenaza o una situación de estrés psicológico. Está relacionada con la sensación de miedo y cumple una importante función en la supervivencia. Cuando alguien tiene que afrontar una situación peligrosa, la ansiedad desencadena una respuesta de lucha o huida. Esta respuesta proporciona al cuerpo, a través de distintos cambios fisiológicos como el incremento del flujo sanguíneo en los músculos y en el corazón, la energía y la fuerza necesarias para afrontar situaciones amenazantes para la vida, como huir de un animal agresivo o enfrentarse a un atracador. La ansiedad puede ayudar a una persona a adaptarse a factores estresantes más comunes al motivarla a prepararse, practicar y ensayar. Incluso puede incitar a una persona a abordar situaciones potencialmente peligrosas con la debida cautela.

La ansiedad es el proceso que experimentamos cuando hay una anticipación en forma de preocupación, incertidumbre o miedo que interpretamos como peligroso o amenazante y que va acompañada de unas respuestas intensas en nuestro organismo, que nos imposibilita funcionar de manera correcta en nuestra vida cotidiana.

El momento de la ansiedad está lleno de sensaciones, emociones y pensamientos muy desagradables que superan en gran medida a lo que nos está ocurriendo en realidad y se mantienen de manera prolongada en el tiempo.

Que la persona experimente y sienta cierto miedo a la incertidumbre, a salir de su zona de confort, a lo que no conoce, a enfrentarse a una nueva tarea, a lo desconocido… es totalmente normal y adaptativo. La ansiedad, por tanto, es una emoción común y universal que nos afecta a todos.

Lo habitual es que todos sintamos ansiedad en diferentes momentos importantes de nuestra vida: minutos antes de un examen, cuando llega del día de tu boda, ante la llegada de un bebé, en una entrevista de trabajo, cuando hay que tomar una decisión inesperada, si hay que hablar en público, tras una ruptura sentimental… Aquí la ansiedad cumple su función adaptativa, nos hace estar alerta, ayudándonos a ser más productivos, nos permite prepararnos para hacer frente a la situación.

Así pues, definimos ansiedad como ese estado emocional caracterizado por sentimientos de temor, tensión y sufrimiento ante un peligro que se supone va a suceder.

El problema vendría cuando ese miedo incapacita, bloquea, inutiliza y nos hace sufrir interfiriendo en el día a día. Para evitar esto debemos ponernos en contacto con un profesional. Contacta con tu Psicólogo Cartagena o Psicóloga Murcia

¿CUÁLES SON LOS SINTOMAS MÁS COMUNES DE LA ANSIEDAD?

Existen síntomas físicos, cognitivos, emocionales y conductuales:

  • Inquietud, tensión y agotamiento que invaden tu día a día impidiéndote relajarte y disfrutar de las cosas como lo hacías antes.
  • Dificultades para respirar, sensación de ahogo o de falta de aire.
  • Hormigueo en extremidades, taquicardia, sudoración
  • Alteraciones del sueño: dificultades para quedarte dormido o conciliar el sueño porque no paran de asaltarte preocupaciones.
  • Problemas gastrointestinales.
  • Gran preocupación y miedo constante, sintiendo que no puedes hacer frente a la cantidad de pensamientos negativos que surgen en tu cabeza.
  • Sensación de no tener el control de lo que está ocurriendo y va a pasar.
  • Pensar de manera frecuente sobre hechos negativos que ocurrieron en tu vida interfiriéndote en el presente.
  • Dificultades para concentrarse, memorizar o tomar decisiones.
  • Autoestima baja.
  • Evitación de situaciones: evitación de situaciones para no enfrentarse a ellas (no montar en ascensor, no acudir a reuniones sociales, etc.).
  • Pérdida de autonomía: no querer salir de casa si no es acompañado, no conducir, no viajar en avión, etc.

¿POR QUÉ UNAS PERSONAS SIENTEN ANSIEDAD Y OTRAS NO ANTE LA MISMA SITUACIÓN?

Tiene que ver con la forma en que interpretamos la realidad que nos rodea. Tener presente que mientras para una persona una situación puede ser percibida como demandante y amenazante. Para otra persona representa un reto interesante o unaoportunidad de desarrollo. Lo que cambia es el enfoque que le damos o como interpretamos lo que nos está sucediendo.

Somos seres sociales que necesitamos de los demás, y por lo tanto la mayoría de las personas requiere de alguien en sus vidas, en quien confiar en un momento difícil. Cuando se carecen de redes de apoyo, las situaciones estresantes se hacen más difíciles de manejar.

Las actividades de ocio nos proporcionan espacios para liberar tensiones. Cuando una persona carece de intereses externos, pasatiempos o de un medio de relajación, es muy probable que no consiga manejar situaciones estresantes ya que no podrá descargar el estrés que le provocan.

De esta forma, se puede establecer que una persona que tiene actitudes de afrontamiento negativas, falta de apoyo social y escasas oportunidades para relajarse, tiene altas probabilidades de experimentar con mayor ansiedad las situaciones estresantes. El problema vendría cuando ese miedo incapacita, bloquea, inutiliza y nos hace sufrir interfiriendo en el día a día. Para evitar esto debemos ponernos en contacto con un profesional. Ante estas situaciones lo más adecuado es contar con un psicólogo que te oriente para superar esto y que te ayude a manejar la ansiedad para que te limite lo menos posible a futuro. Contacta con tu Psicólogo Cartagena o Psicóloga Murcia

ALGUNAS PAUTAS PARA MANEJAR LA ANSIEDAD

El primer paso para tratar la ansiedad es que aprendas a conocerla, saber porqué está y para qué. Se trata de aprender a no rechazarla y aliarnos con ella. De hecho, puede ser una fuente de autoconocimiento muy buena.

Igualmente es importante aprender técnicas de afrontamiento y reestructuración cognitiva. Sólo enfrentándonos a nuestros miedos podemos vencerlos. Así además los síntomas comenzarán a reducirse.

Tenemos que aprender a observar a nuestro cuerpo, sus sensaciones, emociones y pensamientos. Las técnicas de relajación, respiración y mindfulness serán de gran ayuda.

Aprende a escuchar a tu cuerpo: date las horas de sueño que necesites, cuida tu alimentación, practica deporte de manera regular, establece esos descansos que sabes que necesitas.

Realiza actividades que fomenten tu creatividad y bienestar personal: hacer caminatas, pintar, escribir, aprender a tocar un instrumento, practicar yoga/relajación, asistir a charlas que te interese, etc. Mantener al cerebro sorprendido es un gran factor de neuro-protección.

Tener contacto con la naturaleza siempre que puedas y escápate al bosque, a la montaña o a la playa para reconectar contigo y con el silencio.

Fortalece el músculo de la atención: Practicar mindfulness nos ayuda a estar más atentos y reducir nuestros niveles de estrés.

Organízate, prioriza y aprender a delegar. No todo es igual de urgente. Recuerda que la perfección no existe.

Desarrolla tu inteligencia emocional. Conocer y entender nuestras emociones y aprender a decir “no” es un arte que nos lleva a tener mayores niveles de bienestar.

Trátate como tratarías a un ser querido. Fomenta la amabilidad contigo mismo. Mantén tu autoestima en unos niveles saludables.

Utiliza el humor y una actitud positiva. Relativiza. No todo es tan importante.

Buscar el apoyo de tus seres queridos, tanto familiares como amigos, fomentando esos vínculos.